Por Luis Mis
En medio de los grandes desafíos que enfrenta la movilidad en Quintana Roo, particularmente en Cancún, la reciente reunión entre el Instituto de Movilidad del Estado (IMOVEQROO) y representantes del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” marca una ruta clara hacia la transformación. Más que una simple mesa de trabajo, este encuentro representa un mensaje poderoso: cuando hay voluntad de diálogo, hay posibilidad de progreso.
El Director de IMOVEQROO, Rafael Hernández Kotasek, recibió el informe sobre el ajuste tarifario solicitado por los concesionarios del transporte público, una demanda que no ha sido atendida desde 2018. No se trata solo de cifras, sino de dignidad laboral para miles de trabajadores del volante que, con esfuerzo diario, sostienen un sistema de transporte vital para la ciudad.
También se discutió el proyecto de modernización del transporte en Benito Juárez. La buena noticia es que se contempla la participación de todos los actores del sector: concesionarios, permisionarios y autoridades. Esto es fundamental para evitar imposiciones unilaterales y avanzar hacia un modelo más eficiente, accesible y justo para la ciudadanía.
El transporte público no puede seguir arrastrando rezagos por falta de voluntad política o decisiones a puerta cerrada. Este primer paso en la construcción de acuerdos abre la puerta a una nueva etapa en la movilidad de Cancún, donde la corresponsabilidad, el respeto y la transparencia sean los pilares del cambio.
Si queremos un transporte digno, moderno y funcional, es momento de dejar atrás las viejas prácticas y apostar por un nuevo modelo donde trabajadores, autoridades y usuarios caminen juntos. El diálogo ya comenzó. Lo que sigue es transformar esas palabras en hechos concretos.