El Gato Maya
Por Luis Mis
El reciente asesinato del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tulum, José Roberto Rodríguez Bautista, evidencia la alarmante vulnerabilidad de nuestras instituciones frente al crimen organizado. Este acto no ocurrió en el cumplimiento de su deber, sino que fue una ejecución premeditada que expone la incapacidad del gobierno municipal para garantizar la seguridad pública.
El ataque, perpetrado por sicarios en motocicleta, destaca la audacia con la que operan las organizaciones criminales en la región. Este incidente se suma a una serie de eventos violentos recientes, como el ataque a las oficinas de la Fiscalía General del Estado en Tulum,lo que subraya la escalada de violencia y la falta de control por parte de las fuerzas de seguridad locales.
La muerte de Rodríguez Bautista no debe ser en vano. Es imperativo que se implementen estrategias efectivas y coordinadas para combatir la infiltración del crimen organizado en nuestras instituciones. La ciudadanía merece más que promesas vacías; exige acciones concretas que restituyan la confianza en las autoridades y garanticen su seguridad.