Lo que Dice la Gente en Quintana Roo

lunes 28 abril 2025

Luis Mis-Héctor Cobá-Ernestina Mac Donald-Armando Castillo

CENTROS COMUNITARIOS: LA RESPUESTA DEL PUEBLO ANTE EL ABANDONO INSTITUCIONAL

Por Luis Mis

En un municipio como Benito Juárez, donde la pobreza y la marginación avanzan más rápido que las promesas oficiales, la esperanza no viene de los escritorios gubernamentales, sino de las calles polvorientas, de las manos trabajadoras y del compromiso real de ciudadanos que no esperan a que el poder actúe.

Una muestra contundente de esta realidad son los 54 Centros de Desarrollo Comunitario que se han instalado en las zonas más vulnerables de Cancún. Lo que debería ser una tarea prioritaria del gobierno —garantizar espacios de apoyo, formación y contención social— ha sido asumida por líderes sociales, empresarios solidarios y ciudadanos de carne y hueso, que no lucran con la necesidad ni se esconden tras el discurso, sino que trabajan con hechos.

A la cabeza de este esfuerzo está Rodrigo Vázquez Coutiño, “El Patriota”, un gestor social que, sin reflectores oficiales ni presupuestos públicos, ha sabido coordinar voluntades para darle rostro humano a la justicia social. Mientras las autoridades siguen atrapadas en trámites, simulaciones o en el eterno “ya merito”, esta red comunitaria ha logrado acercar educación, cultura, deporte y atención integral a quienes más lo necesitan.

Lo indignante no es sólo la indiferencia gubernamental, sino el descaro con el que algunos funcionarios y políticos se atribuyen méritos que no les corresponden. Porque estos centros existen a pesar del gobierno, no gracias a él. No hay subsidios, ni programas de apoyo, ni infraestructura oficial involucrada. Sólo hay gente con agallas, conciencia y amor por su comunidad.

El caso de Cancún debería ser una sacudida a la complacencia institucional. ¿Hasta cuándo los gobiernos dejarán de ver a los ciudadanos como una carga y empezarán a reconocerlos como aliados estratégicos para el desarrollo?

¿Hasta cuándo las autoridades asumirán su rol con responsabilidad y no como una plataforma para el oportunismo político?

En tanto eso ocurre —si es que ocurre—, la sociedad sigue demostrando que cuando el gobierno no puede, no quiere o no sabe, el pueblo se organiza y actúa. Y eso es, sin duda, el verdadero poder transformador.